El Hobbit
di J.R.R. Tolkien
Traduzione di Manuel Figueroa
Minotauro, Barcellona, 2° ed. 1989, pp. 360
Illustrazione di copertina dell’autore
Grafica della sovraccoperta di Joan Pedragosa
Rilegato con sovraccoperta
Note di
copertina
Cuando alrededor de 1930, J. R. R. Tolkien comenzó
a escribir El hobbit, hacía ya diez años que trabajaba en el vasto panorama
mitológico de El Libro de los Relatos, que más tarde se llamaría El
Silmarillion.
Así como esas crónicas tempranas narraban los mitos
inmemoriales de la Primera y Segunda Edad, Tolkien pronto advirtió que El
hobbit iba ordenándose de algún modo como un relato de la Tercera Edad ,Gandalf
habla del Nigromante en las primeras páginas, aunque las inesperadas aventuras
de un pacífico hombre del campo no parecieran tener mucha relación con las
vastas y oscuras mitologías de la Tierra Media.
El estilo directo y lineal, con alusiones a un
público infantil, no impide la poderosa irrupción de los grandes temas
tolkienianos,el poder, la codicia, la guerra, la muerte, que reaparecerían en
una dimensión a menudo obviamente épica en El Señor de los Anillos.
Todos los que aman esos libros para niños que
pueden ser leídos y releídos por adultos, escribió C. S. Lewis a propósito de
la aparición de The Hobbit en 1937, han de tomar buena cuenta que una nueva
estrella ha aparecido en esa constelación. Para el ojo entrenado algunos de los
caracteres han de parecer casi mitopoieicos.